domingo, 8 de marzo de 2015

NOSOTROS TAMBIÉN REPASAMOS GRAFIAS PERO...

Una de las cosas que siempre genera más inseguridad en las familias, sobre todo al principio, cuando llegan el primer año, es el hecho de no tener libros de grafías de números, de letras o de grafomotricidad, ni siquiera fichas de forma graduada para trabajar estos aspectos.

Cuando llevas a cabo un trabajo en el aula basado en una metodologia de ABP a la que le sumamos una concepción constructivista del aprendizaje, tanto de la lectoescritura como de las matemáticas, este tipo de trabajos no tienen mucha cabida. Son fichas que, usadas a la manera tradicional, únicamente trabajan la motricidad fina de una forma mecánica y aburrida, totalmente descontextualizada y sin sentido.
Como ya he explicado en entradas anteriores, la psicomotricidad fina se puede trabajar en la clase de  maneras diferentes, sin tener que realizar este tipo de fichas: enroscando tapones del abcedario, haciendo collares con bolas,pintando con pinceles, jugando con pinzas,... 
En cuanto a las ficha de repaso de grafías de números y de letras, también he explicado en ocasiones anteriores que con este tipo de fichas no conseguimos el aprendizaje de los conocimientos matemáticos ni a leer y escribir, simplemente ayudan a mejorar, y solo en cierta medida, el trazo de las grafías repasadas. 
¿Quiere esto decir que NUNCA hacemos estas fichas en nuestra clase? NO. Si bien es cierto que no realizamos este tipo de fichas de manera generalizada, es decir, siguiendo una secuencia y con todo el alumnado a la vez, si las realizamos de forma individualizada. Después de muchos años en esta profesión, para mí la clave está ahí.
No se trata de hacer fichas de repaso del 1, luego del nº2, después el nº 3... y así sucesivamente, y con toda la clase a la vez. ¿Por qué? Por que no todo el alumnado NECESITA realizar este trabajo. Por eso, nosotros lo organizamos de la siguiente manera: en clase tenemos un libro para repasar números y un libro para repasar letras. Estos libros no son mas que carpetas de fundas de plástico donde tenemos fichas para repasar las distintas letras y los distintos números. 



Los hemos colocado en el rincón de la biblioteca y en el rincón de las matemáticas respectivamente. Cuando a lo largo de cualquier momento de la jornada escolar escribimos letras o números en un contexto de funcionalidad y significatividad (porque apunto la fecha en mi agenda o en la pizarra, porque escribo algo que hemos averiguado de nuestro proyecto de trabajo, porque le pongo el número de lista a mi lapiz para saber que es mio...) la maestra está atenta a la grafía de los números y si veo que alguno no consiguen que les salga, entonces y solo entonces les digo "Ese número (o letra) lo tienes que practicar porque no se entiende". Cuando lo he dicho unas cuantas veces, ellos mismos están atentos y cuando a alguien no le sale, incluso a ellos mismos, alguna letra o numero me dicen que necesitan practicarlo cuando vayan al rincón correspondiente. 

A priori puede parecer una tonteria pero no lo es. No es lo mismo hacer este tipo de fichas de forma generalizada, cuando hay niños que tienen una motricidad fina y una madurez envidiable y se aburren como ostras porque no le encuentran sentido a lo que hacen, que hacerlas de forma individualizada cuando el alumno/a se da cuenta de que no le sale una letra o un número y no se le entiende. Este aspecto también es fundamenta: la escritura debe de ser legible, ya sea de letras o de números. Hay que ponerlos en situación de que se den cuenta de que no se entiende lo que escriben. De este modo, el alumnado que necesita practicar no tiene ningún problema en hacerlo, ellos mismos se dan cuenta de la necesidad, asi que, cuando van al rincón de matemáticas o de biblioteca cogen la ficha del número o letra que necesitan y la practican. También hay veces que me la piden para llevarsela a casa porque quieren practicarla más. Es increíble las ganas que se le puede poner a un trabajo cuando existe motivación, ganas, necesidad,.... Ahora, también hay alumn@s que ni viendo la necesidad quieren hacerlas, pero ahí está la maestra atenta para obligarles a que las hagan, porque cada individuo es distinto y en esa diversidad está la gracia. 


PASAPALABRA

A propuesta del alumnado de la clase, hemos creado un tablero para jugar a PASAPALABRA con nombres de animales salvajes, que es lo que estamos trabajando. Esta actividad la hemos realizado en el rincón de la biblioteca.
Las instrucciones eran muy sencillas: "hay que escribir en una cartulina el nombre de un animal salvaje. Si no tenéis claro como se escribe debéis de buscarlo en algunos de los libros sobre animales que tenemos en la clase para saberlo, pues tienen que estar escritos de modo correcto, como lo escriben los mayores. Además no se pueden repetir los nombres".
De este modo, iban escribiendo y buscando los nombres en los libros para asegurarse de que no se habían confundido. Después los pegaban en la pared donde tenemos el cartel de pasapalabra. Esta actividad nos duró una semana. Y el resultado fué el siguiente:

Una vez que teníamos las palabras preparadas en la pared, nos sentamos en asamblea para empezar a jugar a pasapalabra, pero... había un problema: eran tan pequeñas las letras que todo el mundo no las veía. Y aquí me gustaría compartir una reflexión.Yo había preparado los trozos de cartulina bastante grande y les había indicado que se tenían que ver bien cuando estuviéramos jugando, y a pesar de insistir mucho en ese tema, todo el mundo escribió con letras bastante pequeñas y recortó la cartulina sobrante del trozo que yo les había dado. No sé si me explico, Pero donde quiero llegar es a que, por mucho que les digamos las cosas, en la mayoría de las ocasiones, hasta que ellos  mismos no se equivocan, no hay aprendizaje. Yo habia insistido mucho en que se tenía que ver, que tuvieran en cuenta el tamaño de las letras, y sin embargo salieron pequeñas. ¡Entonces decidieron que había que escribir más grande! (a pesar de las veces que yo se lo había dicho con anterioridad,jeje). A partir de ahí comenzamos de nuevo. Cortamos nuevos trozos de cartulina, esta vez muyyyy grandes, y todo el mundo volvió a escribir su palabra. El resultado fue el siguiente.

Decidimos pegar las palabras en un papel continuo grande para ponerlas y quitarlas cada vez que jugáramos, pues ahora eran tan grandes que no nos cabían en la pared,jejeje. Ya podemos jugar. Lo hacemos en la alfombra. Todo el mundo se sienta y cada día empezamos por un extremo y vamos siguiendo el orden. Yo voy señalando una palabra. El concursante debe de leerla y si no sabe lo que pone tiene que decir "pasapalabra". Entonces le toca al siguiente. Hacemos varias rondas. Quien acierta coge 1 ó 2 puntos, según acordemos entre todos. Al finalizar las vueltas acordadas vemos quién ha conseguido  más puntos y es el ganador. Es una actividad muy sencilla pero tremendamente motivadora y genera una gran atención. 


Click to play this Smilebox slideshow

Digital slideshow created with Smilebox

LOS LIBROS DE CONOCIMIENTO: FUENTES DE INFORMACIÓN

A lo largo de cualquier proyecto, durante la fase de desarrollo, ocurren dos cosas fundamentales para nuestro trabajo:
1. Búsqueda de información
2. Planificación y desarrollo de las tareas
Las fuentes de información para el desarrollo de un proyecto son muy variadas: desde las familias que vienen al colegio, los expertos en algún tema, los libros, internet, compañeros mayores del colegio,....
Gracias a ellas vamos poco a poco planificando y desarrollando las tareas que nos llevarán a la consecución de los productos finales que nos hayamos propuesto. Estos productos finales pueden ser también muy variados: libros colectivos, bailes, excursiones, exposiciones, teatros, fiestas, organización de la clase, escritura de un periódico, de un cuento, de un comic,...
Uno de los más realizados es el libro individual sobre el tema que estemos trabajando, con el fin de dejar por escrito todo lo que aprendemos y así poder leerlo siempre que lo volvamos a necesitar. En este caso realizamos el libro de la  prehistoria.
El proceso que seguimos siempre es el mismo. En asamblea hacemos una revisión de las cosas que necesitamos saber y planificamos cómo lo hacemos. En este caso hemos decidido que vamos a intentar encontrar información sobre la pregunta ¿Qué comían? referida a la época prehistórica. Para ello buscamos la pregunta que tenemos escrita junto a otras que queremos saber y la ponemos separada para identificarla bien.


Entre todos decidimos cómo vamos a buscar esa información y acordamos hacerlo en los libros que sobre este tema hemos traído a clase que son muchos. Entonces el encargado de cada equipo elige un libro y lo lleva a su mesa para poder realizar la búsqueda. Aquí se ponen en juego las estrategias lectoras de cada alumno/a dependiendo de la fase en la que se encuentre de su proceso lectoescritor.









En el equipo tenemos un encargado de escribir todo lo van encontrando sobre el tema, de modo que recogen por escrito la información para después ponerla en común al resto de compañeros/as. Aquí cada uno escribe según la etapa en la que se encuentre, siendo muy interesante la ayuda que se ofrecen entre ellos y el avance en el aprendizaje que supone.
  




































Estas son las producciones de los 4 equipos. Todo este trabajo supone además un inicio al trabajo cooperativo, fundamental en el trabajo por proyectos, donde el resultado final depende de todos y cada uno de los miembros del equipo.
Una vez que todos los grupos han terminado de buscar la información se hace una puesta en común, que nos ayudará a consensuar la información final que vamos a dejar plasmada de forma individual. Así, vamos viendo lo que ha encontrado cada equipo para complementar la información todo lo que sea posible.
Una vez que tenemos definida la información que vamos a dejar por escrito pasamos a hacerlo. En este caso, yo había preparado un soporte con algunos de los alimentos que comían en la prehistoria, pero mi sorpresa fue que encontraron alguno más que no aparecía. Entonces lo solucionamos rápidamente, solo había que añadir el que faltaba, Mirar algunos de los resultados.




 Como podéis deducir, el resultado del trabajo realizado no es lo único que se evalúa en esta actividad, sino los procesos que nos han llevado a él. Aquí evaluamos otros aspectos mucho más importantes como si ha participado de forma activa en la búsqueda de información,  las estrategias que ha puesto en funcionamiento para realizar dicha búsqueda, si ha sido capaz o no de trabajar en equipo respetando a los demás, colaborando,....